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Elon Musk, tras su última jugada para adquirir red social: "Twitter es sin duda una invitación para aumentar tu nivel de dolor"

Durante un almuerzo en un restaurante mexicano con Financial Times, el jefe de Tesla habla sobre ir a vivir a Marte, salvar la libertad de expresión a través de la red social y por qué el envejecimiento es un "problema" que no debe resolverse.

Por: ROULA KHALAF, Financial Times. | Publicado: Viernes 7 de octubre de 2022 a las 19:10 hrs.
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La cena con Elon Musk comienza con un paseo en un Tesla. Estoy sentada en la parte de atrás, junto a X, el hijo de dos años y medio del multimillonario. Son alrededor de las 7 PM en Austin y X está, como era de esperar, de malhumor. Nos dirigimos a Fonda San Miguel, el restaurante mexicano favorito de Musk, después de una visita con un colega de FT a la gigafactoría de Tesla a orillas del Río Colorado. En este sitio gigantesco, Musk está produciendo el SUV eléctrico Y, el último modelo de la colección de Tesla, que lo ha catapultado a la cima de la lista de las personas más ricas del mundo (patrimonio neto: US$ 232 mil millones). Musk, con X sobre sus hombros, nos mostró con orgullo la fábrica mientras se enfurecía por la lentitud de las inversiones en la refinación de litio, que se necesita desesperadamente para aliviar la escasez de baterías en todo el mundo.

El jefe de seguridad de Musk, el conductor designado, viene al rescate con una botella de leche que calma a X para que se duerma cuando llegamos al restaurante. Durante las próximas dos horas, voy familiarizándome con el curioso personaje que es Elon Musk, el ingeniero y el visionario, el multimillonario y el disruptor, el agitador y el alborotador. Desafiando a ejércitos de escépticos, incluida yo (hasta que mi familia compró un Tesla Model 3 y comencé a conducirlo, estaba convencida de que la compañía quebraría), Musk ha convertido a Tesla en una empresa de más de US$ 700 mil millones de capitalización y ha obligado a la industria del automóvil a acelerar el cambio a los vehículos eléctricos. No propenso a la modestia, Musk estima que puede haber acelerado el "advenimiento de la energía sostenible" en "10, tal vez incluso 20 años".

En poco más de una década, también ha transformado la industria espacial y la economía del espacio, adelantándose a sus rivales en la construcción de un cohete reutilizable que puede transportar pasajeros. La NASA ha elegido su sistema de lanzamiento Starship para llevar astronautas a la luna en los próximos años. Ahora vale alrededor de US$ 125 mil millones. Algún día, o al menos eso es algo de lo que Musk está convencido, se utilizará para colonizar Marte.

Musk también es un inconformista, un tuitero en serie para sus más de 100 millones de seguidores que se burla de las convenciones sociales, se deleita con arrebatos escandalosos, pelea con los reguladores y se mofa de los competidores. Tiene roces regulares con la Comisión de Valores y Mercados (SEC, sigla en inglés) de EEUU: fue multado y obligado a renunciar a la presidencia de Tesla por tuits de 2018 en los que afirmaba haber obtenido fondos para sacarla de la bolsa, declaraciones que un juez estadounidense consideró que se hicieron "imprudentemente". Una demanda reciente acusa a Musk de ejecutar un esquema piramidal para respaldar el dogecoin, una criptomoneda que, literalmente, se basa en una broma: un meme de Internet de un perro japonés. Como era de esperar, el dogecoin ha colapsado, pero el entusiasmo de Musk no: combina sus jeans negros con una camiseta negra con la imagen del perro.

Interés por Twitter

¿Por qué un tipo serio con ideas serias se entrega a juegos tontos en Twitter que también podrían costarle caro a sus seguidores? "¿No estás entretenido?" Musk se parte de la risa. "Hago el tonto en Twitter y, a menudo, me pego un tiro en el pie y me causo todo tipo de problemas... No sé, me resulta vagamente terapéutico expresarme en Twitter. Es una forma de hacer llegar los mensajes al público".

Es justo decir que Musk está obsesionado con Twitter, tanto que se ha visto envuelto en una épica compra intermitente de la plataforma que ha cautivado a Wall Street y a la industria tecnológica durante meses. Twitter demandó a Musk (y él respondió con otra demanda) después de que se retractara de un acuerdo de adquisición de US$ 44 mil millones que hizo en abril, acusando a la red social de no informar de la cantidad de bots que había en la plataforma. Esta semana, y justo antes de su declaración programada, Musk cambió de opinión. Ahora dice que quiere volver a comprar Twitter.

Le pregunté durante la cena si su oferta original había sido una broma de mal gusto. "Twitter es sin duda una invitación para aumentar tu nivel de dolor", dice. "Supongo que debo ser masoquista..." Pero no oculta que su interés en la empresa nunca ha sido principalmente financiero: "No estoy comprando Twitter por el dinero. No es que esté tratando de comprar un yate y no pueda pagarlo. No tengo barcos. Pero creo que es importante que las personas tengan un medio inclusivo y de máxima confianza para intercambiar ideas y que sea lo más fiable y transparente posible". La alternativa, dice, es dividir el debate en diferentes burbujas de redes sociales, como lo demuestra la red Truth Social de Donald Trump. "Truth Social es esencialmente un altavoz de la derecha. Bien podría llamarse Trompeta (Trumpet)".

Musk no almuerza, posiblemente porque una fotografía poco favorecedora en traje de baño tomada en un yate en Mykonos se volvió viral durante el verano. Desde entonces ha estado a dieta. En Fonda San Miguel, un restaurante mexicano repleto que promete una experiencia culinaria regional, él es un cliente habitual para la cena. Pide un margarita congelado (él lo llama granizado con alcohol) y yo pido una cerveza. Musk mira a su alrededor. "Hay un buen bullicio en este restaurante", dice con aprobación, y le sugiere al camarero que nos sirva alguna de sus especialidades. Musk me dice que las empresas son como niños, cuando los primeros platos llegan la mesa: las chuletas de cordero en salsa de pimienta y los camarones con queso y jalapeños. La comida es "épica", jadea Musk.

Musk es caprichoso, pero se ve a sí mismo como alguien que soluciona problemas, y el problema es todo, desde el posible final de la vida en la Tierra hasta el cambio climático, e incluso el tráfico vehicular (su empresa Boring está construyendo túneles). Recientemente, ha ideado su propio plan de paz (bastante inútil) para poner fin a la guerra en Ucrania. Nacido y criado en Sudáfrica en una familia acomodada, aterrizó en California después de estudiar economía y física en Canadá y Pensilvania. Una de sus primeras grandes ideas se adelantó a su tiempo: quería revolucionar la banca. Fusionó un negocio de pagos en línea que cofundó con otra empresa en lo que se convirtió en PayPal. Cuando PayPal se vendió a eBay, usó el dinero para iniciar SpaceX e invertir en Tesla.

Marte y la inmortalidad

El envejecimiento me parece la única amenaza para los humanos que él no intenta resolver, aunque otra empresa que fundó, Neuralink, está diseñando chips que se implantarán en el cerebro para restaurar la función motora y sensorial. Musk está muy preocupado por la disminución de la población y afirma estar haciendo su parte para poblar la Tierra al tener 10 hijos (de diversas parejas), incluidos, según se informó recientemente, gemelos con una ejecutiva de Neuralink.

Se burla cuando le pregunto si hay otros hijos que haya engendrado: "Estoy bastante seguro de que no hay otros bebés a la vista", y descarta los rumores de que ha comprado una clínica de fertilidad para apoyar su producción de bebés. Algunos amigos, revela, de hecho le han sugerido que debería tener 500 hijos, pero eso sería "un poco raro". Refiriéndose a sí mismo, de 51 años, como un "gallo de otoño", dice que puede tener más hijos, pero solo en la medida en que pueda ser un buen padre para ellos. No obstante, predice que "la tendencia actual en la mayoría de los países es que la civilización no morirá con una explosión, morirá con un gemido de pañales para adultos". Pero dice que el envejecimiento no debe resolverse. "Es importante que la gente muera. ¿Cuánto tiempo te habría gustado que hubiera vivido Stalin?" Ese es un buen punto.

La mayor preocupación de Musk es la preservación de la vida más allá de la Tierra. Su solución es poblar Marte. "Algo le sucederá a la Tierra en algún momento, es solo una cuestión de tiempo. En algún momento, el sol se expandirá y destruirá toda la vida en la Tierra, por lo que necesitamos movernos en algún momento, o al menos ser una especie de varios planetas", dice. "Tienes que hacerte la pregunta: ¿queremos ser una civilización que vuela en el espacio y una especie multiplanetaria o no?" Yo no estoy segura de lo que opino sobre eso, pero Musk es enfático. "Es una cuestión de qué porcentaje de recursos deberíamos dedicar a tal esfuerzo. Creo que si dices el 1% de los recursos, probablemente sea una cantidad razonable".

¿Se uniría el propio Musk a la colonia pionera en Marte? "Especialmente si estoy envejeciendo, lo haré. ¿Por que no?" dice. Pero, ¿cuánto de útil sería en Marte si es demasiado viejo? "Creo que existe una posibilidad no trivial de morir, así que preferiría correr ese riesgo cuando sea un poco mayor y vea crecer a mis hijos. En lugar de ahora, cuando el pequeño X tiene solo dos años y medio. Creo que me echaría de menos".

Política

La mesa es demasiado pequeña para los grandes platos que compartimos como segundos: un cordero a fuego lento que se deshace en la boca, chiles en salsa a base de nuez y camarones en salsa chipotle. Musk tiene razón: es la mejor comida mexicana que he probado.

Pasamos a sus puntos de vista sobre el gobierno y la política y aparece Twitter Musk, la persona más emocional y desenfrenada que aparece en sus publicaciones frenéticas. Elogia a los multimillonarios como los administradores más eficientes del capital, los mejor situados para decidir sobre la asignación de beneficios sociales. "Si el administrador alternativo del capital es el gobierno, eso en realidad no beneficiará a la gente", dice Musk.

Critica a Joe Biden por ser esclavo de los sindicatos, pero también por atreverse a desairarlos. "Biden realizó una cumbre de vehículos eléctricos en la Casa Blanca y deliberadamente no invitó a Tesla el año pasado. Luego, para colmo de males, en un gran evento dijo que General Motors (GM) estaba liderando la revolución de los autos eléctricos, en el mismo trimestre que GM entregó 26 unidades y nosotros entregamos 300 mil. ¿Te parece justo?"

Hasta hace poco, Musk votaba por los demócratas, aunque ahora está más del lado republicano, o tal vez flotando en algún punto intermedio. Él dice que está considerando establecer "el Súper Pac Súper Moderado" para apoyar a los candidatos con puntos de vista moderados. Se asegura de decirme que no odia a Trump, incluso aunque se haya enfrentado con él, e insiste en que Biden es simplemente demasiado mayor para postularse para un segundo mandato. "No es bueno estar muy lejos de la edad promedio de la población porque sería muy difícil mantenerse en contacto con ella... Tal vez una generación por encima de la edad promedio esté bien, pero ¿dos generaciones? En el momento en que tienes bisnietos, no sé, ¿qué tan en contacto con la gente estás? ¿Es posible que lo estés?"

Musk tiene una visión distópica de la influencia de la izquierda en Estados Unidos, lo que ayuda a explicar su salvaje interés por Twitter para defender la libertad de expresión. Él culpa del hecho de que su hija adolescente ya no quiera verse asociada con él a la supuesta invasión de las escuelas y universidades de élite por parte de los neomarxistas. "Es el comunismo total... y un sentimiento general de que si eres rico, eres malvado", dice Musk. "La relación puede cambiar, pero tengo muy buenas relaciones con todos los demás hijos. No puedo ganármelos a todos".

También tiene una visión negativa de los reguladores, a quienes ve como burócratas que justifican sus trabajos atacando blancos de alto perfil como él. Parece estar en una disputa constante con un regulador u otro, ya sea por sus propios pronunciamientos o por su trato al personal. Musk no se avergüenza de hacer que sus empleados sean duros. Fue presionado cuando era niño (y también ha hablado de abuso emocional por parte de su padre), pero ahora a veces se le acusa de intimidar a otros. Él responde: si alguien no está contento trabajando para él, debería trabajar en otro lugar porque "no está encadenado a la empresa, es voluntario".

¿Piensa alguna vez que está por encima de la ley? Eso es una completa tontería, me dice: "Estoy sujeto a literalmente un millón de leyes y reglamentos y obedezco casi el 99,99% de ellos. Solo cuando creo que la ley es contraria a los intereses de las personas, tengo un problema". Me pregunto si se refiere al interés de Elon Musk.

China y Ucrania

Hay algunos temas que lo divierten, provocando risas prolongadas y otras preguntas a las que sigue un silencio deliberado antes de que hable. El silencio más largo sigue a mi pregunta sobre China y el riesgo para la fábrica de Tesla en Shanghái, que aporta entre 30% y 50% de la producción total de Tesla. Musk ha sido admirador e inversor en China. Pero no es inmune a las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China o al riesgo de que China tome el control de Taiwán. Musk dice que Beijing ha dejado clara su desaprobación por el reciente lanzamiento de Starlink, el sistema de comunicaciones por satélite de SpaceX, en Ucrania para ayudar a los militares a eludir el bloqueo de Internet por parte de Rusia. Dice que Beijing buscó garantías de que no ofrecería Starlink en China.

Musk reconoce que el conflicto por Taiwán es inevitable, pero se apresura a señalar que no será el único que sufrirá las consecuencias. Tesla se verá envuelto en cualquier conflicto, dice, aunque, curiosamente, parece suponer que la fábrica de Shanghái aún podrá abastecer a los clientes de China, pero no a los de otro lugar. "Apple tendría un problema muy serio, eso es seguro", sin mencionar, agrega, la economía global, que estima, con precisión, sufriría un desplome de 30%.

Puede ser que Musk se dé cuenta de que ya no se pueden tomar decisiones comerciales sin tener en cuenta la seguridad y la geopolítica, o tal vez sea simplemente una creencia arrogante de que él tiene todas las respuestas, lo que ahora le lleva a ofrecer sus propias soluciones a los problemas geopolíticos más complejos del mundo. "Mi recomendación... sería encontrar una zona administrativa especial para Taiwán que sea razonablemente apetecible, probablemente no hará felices a todos. Y es posible, y creo que probablemente podrían tener un acuerdo que sea más indulgente que el de Hong Kong". Dudo que su propuesta sea aceptada.

También en Ucrania, ha abogado por un acuerdo con Rusia que le ha valido el ridículo en Kiev, donde Starlink lo había convertido en un héroe hasta entonces. Presentó su plan de paz en una encuesta en Twitter y sugirió que Crimea, que Rusia invadió en 2014 y luego anexionó, simplemente debería ser entregada a Rusia. Volodymyr Zelenskyy, el presidente ucraniano, respondió con su propia encuesta de Twitter: ¿Qué Elon Musk te gusta más, el que apoya a Ucrania o el que apoya a Rusia?

Llevamos más de una hora de cena y Musk tiene prisa porque programó una llamada con su equipo de SpaceX. Nos saltamos el postre y pido la cuenta, solo para descubrir que el jefe de seguridad de Musk ya la pagó. Musk ignora mis protestas: "Estás en deuda conmigo de por vida", bromea. Regresamos al auto que lo lleva a un aeropuerto privado para subirse a su jet y él sugiere que continuemos nuestra conversación en el camino.

Encuentro a X exactamente donde lo dejé, en su asiento del auto, pero está más alegre después de su siesta. Se está durmiendo mientras ve vídeos de cohetes en su iPad y su padre habla sobre cohetes con su equipo. De repente, me doy cuenta de que el automóvil se conduce solo, como para disipar las dudas que había expresado sobre las perspectivas del sistema de conducción autónomo de Tesla. "Puede llegar al aeropuerto sin intervención", dice Musk. Alarmada, me puse el cinturón de seguridad. Musk podría ser un mago, pero también podría estar equivocado.

MENÚ FONDA SAN MIGUEL

- Margarita congelada de la casa: US$ 10 
- Cerveza Modelo Especial: US$ 6 
- Margarita de rocas de la casa: US$ 10 
- Salsa picante: US$ 0,5 
- Ángeles a caballo (camarones con queso): US$ 18,95
- Chuletas de Cordero al Cordero: US$ 24,95
- Mixiote cordero a fuego lento: US$ 38,95
- Chile en salsa nogada: US$ 38,95
- Camarones crema chipotle: US$ 34,95

Total (impuestos incluidos): US$ 198,37

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